La bomba de calor CHA Monoblock de Wolf
La calefacción representa el 56% de las emisiones contaminantes de los edificios y el 47% del consumo de energía en los hogares. La implementación de sistemas de climatización más eficientes, como la aerotermia, se convierte en una prioridad tanto para la economía doméstica como para la preservación del medio ambiente.
Desde Europa, se promueve activamente el cambio, como se evidencia en el reciente acuerdo suscrito por la Comisión y el Parlamento Europeo para revisar la Directiva de Eficiencia Energética. En este acuerdo, se apuesta por la adopción de modelos de climatización más eficientes, entre ellos, la aerotermia.
En España, se está promoviendo activamente esta transición mediante diversos programas de ayuda. El programa PREE 5000, que concluirá el 31 de diciembre de 2023, tenía como uno de sus objetivos la sustitución de equipos de generación fósil por sistemas térmicos renovables, como la biomasa, la geotermia o la aerotermia.
Además, desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) y con la colaboración de AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización) se ha publicado una guía, “La bomba de calor en la rehabilitación energética de edificios”, para apoyar la implantación de los sistemas de aerotermia en el sector de la calefacción y la climatización.
Este esfuerzo dirigido a la actualización de sistemas en edificios ya existentes está motivado por la complejidad que implica la transición en proyectos de rehabilitación. Se requieren soluciones híbridas que sean capaces de operar con altas temperaturas de impulsión en diversas condiciones externas.
“La renovación de las instalaciones de calefacción, sobre todo eN viviendas en altura (plurifamiliares) es muy complicada. En España, tan solo el 28% de las viviendas son unifamiliares, del resto, cerca de dos millones, cuenta con calefacción centralizada. La instalación de soluciones más eficientes, como la bomba de calor, para dar respuesta a las necesidades de calor en invierno es difícil por cuestiones de espacio, confort acústico (ruido de los equipos) y la propia electrificación del edificio”, explica Daniel Fernández, responsable Nacional de Ingeniería y Formación BU Heating Wolf Ibérica. “Sin embargo el ahorro es innegable y es una inversión que se recupera en el corto-medio plazo (8-10 años)”, puntualiza.
A estas problemáticas técnicas se agregan las dificultades para encontrar en el mercado sistemas de aerotermia capaces de operar a altas temperaturas, lo cual está dificultando su aplicación en la renovación de equipos ya existentes.
Wolf ofrece la bomba de calor aire-agua CHA Monoblock, una solución idónea tanto para la implementación en proyectos de construcción nueva como para la modernización de la sala de calderas en edificios con sistemas de calefacción central.
La solución de Wolf posibilita el funcionamiento en sistemas centralizados que emplean emisores de hierro fundido a temperaturas de impulsión que oscilan entre 60º y 70º. En instalaciones híbridas, con un 30% de capacidad instalada a carga parcial, esta bomba de calor tiene la capacidad de cubrir el 60% de la demanda total de energía, ofreciendo una solución viable para la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) a temperaturas elevadas.
“La bomba de calor CHA Monoblock permite integrar sistemas que sean capaces de trabajar a alta temperatura en todo el espectro de temperatura exterior de la calle”, asegura Roberto García, delegado Comercial Madrid y Segovia –Canal Directo BU Heating en Wolf.
La bomba de calor CHA Monoblock de Wolf presenta varias ventajas, siendo notablemente silenciosa gracias a su diseño innovador inspirado en las alas de un búho. Su disposición modular posibilita una instalación flexible, eliminando la necesidad de llevar a cabo estudios de carga.
Adicionalmente, la solución de Wolf utiliza el refrigerante R290, que es más respetuoso con el medio ambiente. Además, su consumo de energía puede ser complementado con fuentes renovables, como placas fotovoltaicas.
“La bomba de calor CHA Monoblock se puede instalar en todo tipo de salas de calderas, incluso en aquellas de grandes dimensiones, convirtiéndose en una de las mejores soluciones para la renovación de los equipos de calefacción en comunidades de vecinos”, finaliza García.
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