Las grandes ciudades emiten aproximadamente el 70% de los gases de efecto invernadero. Una porción considerable de estas emisiones dañinas para el medio ambiente proviene de los edificios y del transporte urbano no eléctrico. El constante aumento de la población en zonas urbanas demanda una transformación rápida para abordar esta problemática.
El informe bianual de ONU-Hábitat proyecta un crecimiento del 68% en la población urbana para el año 2050. Sin embargo, destaca los desafíos actuales que enfrentan las ciudades, ya que son responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se prevé que la polarización de temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos afecten más a estas zonas. Para adaptar las ciudades a este nuevo contexto, se sugieren medidas como la mejora en la planificación urbana, priorizando la reducción del impacto ambiental. Esto implica fomentar la movilidad eléctrica y el transporte público, así como implementar el concepto de "ciudades de 15 minutos", donde los barrios ofrecen todo lo necesario a una distancia máxima de 15 minutos, y aumentar la cantidad de espacios verdes.
En España - diciembre de 2023 - Las emisiones de gases de efecto invernadero en las grandes ciudades provienen principalmente de los edificios y la movilidad urbana no eléctrica. El continuo crecimiento poblacional en estas áreas demanda una transformación urgente. Para lograr una reforma efectiva en las ciudades, es crucial que los edificios se adapten a estas necesidades, siendo una parte esencial de la estructura urbana, junto con la promoción de una movilidad completamente sostenible.
Nueva movilidad urbana
Una medida fundamental y progresivamente implementada es la descarbonización, que busca reemplazar los combustibles y los vehículos de combustión por sus equivalentes eléctricos. Esta transición no solo se enfoca en los usuarios individuales, sino que también se extiende al transporte público, incorporando una variedad de vehículos eléctricos, como autobuses, trenes, metros, bicicletas, entre otros. Estos cambios contribuyen significativamente a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y a la disminución de la contaminación acústica.
El transporte público ha experimentado un aumento notable, alcanzando una tasa de incremento del 42,6%, según estadísticas del INE2. El metro se erige como el medio de transporte urbano más utilizado en zonas que disponen de este sistema, seguido por el autobús, que registró un incremento del 37,7% el año pasado. De hecho, todas las comunidades autónomas presentan cifras anuales de uso del autobús bastante alentadoras.
A pesar de la progresiva implementación de vehículos eléctricos en muchas ciudades, especialmente autobuses, aún queda un largo trecho por recorrer debido a la falta de puntos de carga destinados a estos vehículos. En respuesta, existen cargadores específicos, como el Terra 360 DC de ABB, diseñados para cargar vehículos eléctricos de forma ultra-rápida y rápida, incluyendo aquellos con sistemas de baterías de alto voltaje.
El Terra 360 DC es compacto, ideal para espacios públicos y flotas como los autobuses. Puede cargar un vehículo a 360 kW o brindar servicio a dos vehículos simultáneamente, con potencias escalables de 90, 180, 270 y 360 kW. Estos cargadores son especialmente útiles en entornos de aparcamiento y flotas con espacios limitados. Además, al ser una solución todo en uno, no requiere armarios de alimentación independientes, lo que reduce significativamente los costes de instalación en comparación con otras soluciones de carga de alta potencia.
Automatización de los edificios y control de la energía
Además de la urgente necesidad de transformar el transporte, es crucial destacar que los edificios son responsables de aproximadamente el 40% de las emisiones globales de carbono, lo que los convierte en una parte fundamental de las ciudades. Para reducir el consumo energético en edificios, resulta efectivo emplear sistemas de automatización que regulen la iluminación, temperatura y ventilación. Soluciones como ABB i-bus KNX son ejemplos de estas tecnologías, que no solo mejoran la comodidad de los residentes, sino que también reducen el consumo energético entre un 25% y 30%. La digitalización y automatización permiten monitorear y prever posibles fallos, particularmente cruciales en edificios de gran tamaño, como los industriales o comerciales. Equipos como los analizadores de red M4M de ABB permiten el monitoreo en tiempo real de los parámetros eléctricos, reduciendo así el impacto ambiental.
Estos analizadores ofrecen funciones avanzadas, como alarmas para una mejor capacidad de respuesta y mantenimiento preventivo. Facilitan el acceso a datos precisos y notificaciones interactivas desde cualquier parte del sistema, mejorando la capacidad de reacción ante posibles fallos en el sistema eléctrico. La gestión mejorada de la energía evita sobrecargas, cortes y garantiza un mantenimiento coordinado. Esta supervisión energética puede llevarse a cabo de manera remota mediante la conectividad con la nube, ofrecida por soluciones como ABB Ability™. Esto promueve infraestructuras más seguras, inteligentes y sostenibles al proporcionar datos basados en información que ahorran costos, aumentan la comodidad y optimizan la eficiencia.
La transición gradual hacia esta tecnología tanto en los edificios como en la movilidad urbana será clave para transformar las ciudades actuales en entornos inteligentes y respetuosos con el medio ambiente.