Una buena ventilación y climatización de los edificios y espacios cerrados son la clave para evitar la transmisión del virus.
La principal vía de contagio del COVID-19 es aérea. Es cierto que las gotículas más grandes del virus se depositan rápidamente y deben eliminarse exclusivamente con rigurosas medidas de higiene, las más pequeñas se pueden mantener suspendidas largas horas en el aire.
Un interior mal ventilado puede suponer un gran foco de contagio. Una persona adulta exhala de sus pulmones en condiciones normales de reposo un volumen de aire equivalente a 10m³ en unas dos horas y media. Esto es un volumen de aire compartido con el resto de personas en la misma habitación, que también respiran el mismo aire. Si este aire no se renueva, la capacidad de infección se multiplica. Estos datos refuerzan la necesidad de instalar sistemas de renovación de aire en todo tipo de edificios.
El Gobierno hizo pública una guía el pasado mes de junio sobre el uso de sistemas de climatización y ventilación, con el objetivo de prevenir la expansión del virus, dirigido a los profesionales técnicos del sector. En ella, se establece que el parámetro más importante es la renovación del aire y se describen varias recomendaciones a seguir para la prevención de contagios y el protocolo en caso de positivos. Giacomini nos da estas recomendaciones:
¿Cómo utilizar los sistemas de ventilación?
-En primer lugar, se recomienda incrementar la entrada del aire del exterior para disolver las partículas del virus. Si el edificio no dispone de ventilación mecánica, se recomienda favorecer la apertura de ventanas accesibles.
-Se aconseja reemplazar los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento de cada edificio.
-Hay que mantener la humedad entre el 40-60%, ya que según algunos estudios las partículas del virus perduran más en el aire excesivamente seco.
-En el caso, que se detecte un positivo de COVID-19, se recomienda que el espacio donde se haya alojado la persona sea ventilado durante, al menos, cuatro horas antes de proceder a la desinfección.
Siguiendo estas recomendaciones, la climatización y ventilación de edificios se ha convertido en una prioridad para las instituciones, que siguen luchando para terminar con esta pandemia mundial que empezó a principios de año y que parece seguirá presente, como mínimo durante los próximos meses.