La sostenibilidad ha estado en el centro del negocio de GROHE , firma alemana líder en equipamiento sanitario y grifería de calidad, durante más de 20 años. Con el valioso recurso del agua en el punto de mira, la compañía se esfuerza por alcanzar los más altos niveles de sostenibilidad, que forma parte de los valores fundamentales de la marca junto a la calidad, la tecnología y el diseño.
GROHE entiende la transformación sostenible de su negocio como un viaje continuo. El punto de partida es siempre una visión holística, que se hace evidente en un enfoque de 360 grados: Basado en la conformidad legal, abarca también los intereses y la responsabilidad de todos los empleados, clientes, proveedores, productos, procesos, así como la contribución de la marca al bienestar de la sociedad.
Tras un gran retroceso en 2020, los instaladores de calefacción y saneamiento de Europa vivieron un significativo repunte durante el año 2021[1]. En gran parte se debe a la ‘ola de sostenibilidad’, y a que productos como las bombas de calor, en el caso del sector de la calefacción, se han beneficiado de un crecimiento impulsado por los intereses de los consumidores y las empresas, ya que los precios de la energía siguen subiendo.
Si ponemos el foco en baños y cocinas, la sostenibilidad ha tenido un menor impacto. Aunque la regulación europea exige una reducción del flujo del agua en los inodoros, otras medidas de ahorro han recibido menos apoyo político para llevarse a cabo.
Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar a los instaladores a dar prioridad a la sostenibilidad y al medio ambiente? La respuesta varía entre países. Nos fijamos en dos naciones del corazón de Europa: los Países Bajos y Polonia.
En los Países Bajos hace más de 30 años que existen leyes de gran alcance sobre el ahorro del agua. Según detalla Peter van Leeuwen Leader, Projects Channel Netherlands, LIXIL EMENA, “las soluciones sostenibles son obligatorias desde hace mucho tiempo, por lo que están bien establecidas en el mercado neerlandés”. Aunque van en una buena dirección, los Países Bajos aspiran a conseguir una economía totalmente circular para 2030 y esto significa que, a partir de entonces, todos los edificios deberán ser sostenibles y los materiales reciclables, van Leeuwen añade que "esto garantizará que el agua esté tan presente como el uso de la energía y el CO2 entre la población holandesa".
En Polonia, en cambio, la situación es muy diferente. Según explica Piotr Strzalkowski Leader, Activation (Professional Channel), Education & GROHE X Eastern Europe, LIXIL EMENA, el país ha implementado todas las normativas europeas sobre el ahorro del agua, pero estas no se aplican de forma tan estricta como en los Países Bajos y añade que "sería importante elevar el ahorro del agua y asegurarse de que recibe el mismo apoyo político que la reducción del CO2".
Por lo tanto, centrar la atención en la conservación del agua es fundamental en Polonia, ya que esta sufre una importante escasez de este recurso vital. Tanto que en 2019 ocupó el último lugar de la UE en cuanto a disponibilidad de agua. "Sin embargo, no mucha gente entiende que tenemos los mismos recursos que algunos países de Oriente Medio. Es por ello que debemos educar tanto a los instaladores como al público en general sobre la necesidad de conservar el agua, y sobre los beneficios económicos que pueden derivarse de su ahorro," según indica Strzalkowski.
Representación del sector
La mayoría de los principales mercados europeos cuentan con organismos dentro de la industria que dan voz a los instaladores, pero no es el caso de Polonia. La fontanería es una de las pocas profesiones en el país en las que no se necesita ninguna cualificación, la educación está atrasada en comparación con otros mercados europeos, y la profesión tiene un grave problema de reputación. Asimismo, la sociedad no considera a los instaladores como “profesionales” y la fontanería se ha convertido en una profesión que no es vista como atractiva por los jóvenes y sus padres.
Sin embargo, Polonia no está sola en este aspecto: según la European Labour Authority, los fontaneros y los instaladores son la ocupación que más escasea en Europa, con pocos jóvenes que se incorporan al oficio.
Educación, educación y educación
Hay que mejorar la imagen de los instaladores sanitarios, en Polonia y fuera de ella. Esto es muy importante para atraer a futuras generaciones y reforzar así la autoridad de los instaladores.
GROHE, como socio global, apoya iniciativas como World Skills, donde se anima a todos los jóvenes a elegir esta profesión a través del aprendizaje y la educación. La firma también está trabajando con las escuelas de formación profesional para incluir tecnologías sostenibles en base al agua en sus planes de estudio. A través de su Programa GIVE, cuenta con centros de formación y educación profesional en la región de EMENA, y organiza giras profesionales que permiten a los jóvenes experimentar con las últimas tecnologías. Estas y otras iniciativas deberían contribuir a la profesionalización del saneamiento, a la concienciación sobre la sostenibilidad y a la aceleración de las instalaciones gracias a la mejora de las competencias.
El cambio de rumbo es muy necesario y la fontanería debe evolucionar. GROHE sigue luchando a través de varias iniciativas para que así sea.