Josep Castellà, country manager de Zehnder Group Ibérica para España y Portugal, nos deja estas interesantes reflexiones sobre la eficiencia energética asociada a la salud de las personas y los retos que tienen por delante las administraciones para incentivar este cambio.
La eficiencia energética asociada a la edificación está en la agenda constructiva actual, ¿pero se tienen en cuenta también aspectos como la salud y el confort de los ciudadanos? ¿Realmente se construyen edificios saludables?
Un edificio sostenible tiene sentido si, además de consumir poco, garantiza la salud y el confort de las personas que viven dentro de él. Algunos de los estándares y sellos más reconocidos sí que se preocupan por estos aspectos, pero en términos de administración, código técnico o normativa de construcción parece que el objetivo sea solamente el consumo casi nulo y no la salud. Es importante tener un parque de edificios que cada vez consuman menos, pero en realidad no nos estamos preocupando si esos edificios son cada vez más saludables, si controlan la calidad de aire interior, por ejemplo. La normativa no está enfocada a la salud y el confort, y eso es un problema; pensar solo en la eficiencia no hará que las personas vivan mejor.
¿Tras la situación vivida por la pandemia ha habido un cambio de paradigma? ¿Hay más conciencia y demanda de espacios interiores saludables?
Claramente ha cambiado, durante la pandemia nos hemos dado cuenta de que queremos espacios habitables que sean mejores y más confortables. El usuario, que es el que tiene que demandar, empieza a ser más consciente y se preocupa porque la casa que se está construyendo o rehabilitando le proporcione más confort y sea más saludable. Desgraciadamente, ha tenido que venir una pandemia para que prestemos más atención a estos aspectos. Ahora nos queda esperar que, tras la situación vivida, las administraciones legislen para garantizar que las viviendas sean más saludables.
¿Qué sistemas se utilizan para mejorar la calidad del aire y así garantizar un espacio interior saludable?
Garantizar calidad de aire es sinónimo de ventilar, lo que nos proporciona aire fresco y libre de contaminantes. En este sentido, es importante hablar de dos tipos de contaminantes: interiores y exteriores. Ventilar es bueno para eliminar C02 y otros contaminantes que puede haber en el interior de las viviendas, pero muchas veces el aire exterior que entra en casa también está contaminado, por ejemplo con alérgenos, a los que somos cada vez más sensibles y pueden provocar enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio. Ventilar es esencial para mantener una buena calidad de aire interior, pero es importante ventilar asegurando además que filtramos el aire exterior y no dejamos entrar ni polución ni contaminantes. Los sistemas de ventilación de doble flujo con recuperación de calor controlan el aire y lo filtran, por lo que eliminan cualquier polución exterior e interior. Estos sistemas, además, trabajan con la máxima eficiencia energética.
¿El mercado está preparado para desarrollar la edificación consciente, saludable y eficiente? ¿Es necesaria la formación para que el mercado pueda seguir evolucionando?
El mercado se está preparando. Los que nos dedicamos al sector de la edificación saludable y confortable hemos apreciado un cambio de paradigma, la gente cada vez es más consciente y el número de viviendas pasivas o de alta eficiencia está creciendo exponencialmente. Hoy en día se construyen cinco veces más casas saludables y eficientes que hace dos años; pero si lo miramos desde una perspectiva más amplia, vemos que ese tipo de edificación no llega al 10 % total, que resulta un porcentaje todavía bajo. Los profesionales –arquitectos, instaladores, promotores y constructores– que están apostando por este tipo de edificación son todavía una minoría. Hay una tendencia clara hacia este tipo de construcción, pero hay mucho camino por hacer y seguimos siendo una minoría, lo que significa que tenemos que seguir trabajando.
En cuanto a la formación, es necesaria en muchos ámbitos. Zehnder introdujo hace diez años en España los primeros sistemas de ventilación residencial saludable, confortable y eficiente, desde entonces nos hemos dedicado a la formación de profesionales. Pero no solamente es necesaria la formación de arquitectos e instaladores sino también de las administraciones, de aquellas personas que tienen que legislar al respecto. La formación sigue siendo muy necesaria, es el canal gracias al cual llegamos a los profesionales, los técnicos, las administraciones y también al usuario final. Sin información es muy difícil evolucionar.