Al invertir en una nueva solución de iluminación para invernaderos, es importante asegurarse de que los productos que se elijan funcionen bien con el tiempo. Si esto no se tiene en cuenta, los problemas de calidad o especificaciones pueden provocar fallos en la instalación con el paso de los años. Para evitarlo, la mejor manera de garantizar una iluminación hortícola duradera es elegir una solución con componentes de calidad y un diseño duradero. Esto significa que se deben considerar aspectos como la calidad del material, la facilidad de limpieza y los procedimientos de instalación o mantenimiento.
Aunque existen muchos fabricantes de luces de cultivo LED, no todos cumplen con los estándares de calidad que exigen los cultivadores actuales. En este artículo, veremos algunas de las características a considerar al elegir esta tecnología.
Las piezas móviles pueden hacer que se acumule polvo dentro de la luz de cultivo e incluso provocar un cortocircuito durante el funcionamiento del producto. Además, estas piezas pueden estropearse y ser necesario reemplazarlas con el tiempo.
Al diseñar productos con refrigeración pasiva, es decir, sin piezas móviles como ventiladores o refrigeración activa mediante agua que fluye a través del módulo, lo que hace que el producto casi no requiera mantenimiento y prolongue su vida útil.
La limpieza de las luces de cultivo LED debería ser fácil y posible sin preocuparse por dañar o corroer el módulo. Además, este tipo de soluciones deben poder resistir el uso de productos fitosanitarios, de limpieza y otros productos químicos que puedan utilizarse en invernaderos cerrados.
Utilizar una luz uniforme para las plantas favorece el crecimiento homogéneo de los cultivos
Para conseguir un crecimiento uniforme del cultivo, una exposición lumínica uniforme de las plantas es fundamental. Cuando la luz brilla de manera uniforme, se obtiene un producto más estable y de mayor calidad. En este sentido, se debe preservar el espectro de la luz que emiten para mantener la uniformidad del rendimiento durante todo el ciclo de vida de la iluminación LED.
Al utilizar lentes de plástico especialmente diseñadas para resistir el amarilleo y soportar temperaturas más altas, los fabricantes pueden estar seguros de que se emite constantemente el espectro de luz correcto. Además, no hay cambios significativos o transitorios en componentes espectrales específicos o flujos de fotones.
Las luces de cultivo LED de Philips se han probado exhaustivamente y se espera que proporcionen una luz duradera L95 o 36.000 horas según los estándares internacionales. Esto significa que después de 36.000 horas de funcionamiento, la lámpara seguirá teniendo el 95% de su flujo luminoso original.
Al diseñar una nueva lámpara de cultivo, nuestra máxima prioridad es una instalación rápida y sencilla.
Un ejemplo, es la lámpara de techo compacta de nuestro partner GreenPower, ya que cuenta con puntos de anclaje de acoplamiento especiales que garantizan una distancia operativa segura desde la pantalla. Con una amplia gama de opciones y opciones de atenuación, estas luces de cultivo LED le permiten instalar cualquier nivel de iluminación en un invernadero nuevo o son la solución perfecta para renovaciones.
En tales casos, una actualización completa de HPS con luces de cultivo LED puede reducir el consumo de energía en un 50% para la misma salida de luz.
Más de una década de experiencia
Desde 2007, las soluciones LED de la firma para horticultura han proporcionado iluminación LED de clase mundial que ayuda a los productores a aumentar el rendimiento y la calidad al tiempo que reducen los costos operativos. Este compromiso nos impulsa a desarrollar soluciones de sistemas de iluminación avanzadas, confiables y potentes.
Se tratan de diseños y fabricados con 15 años de experiencia en iluminación LED, los reflectores compactos de la compañía GreenPower permiten a los productores actualizar sus accesorios de iluminación actuales con un producto de alta eficiencia que supera los requisitos de los estrictos estándares de invernaderos actuales. Esta tecnología es muy eficiente y proporciona 3,7 µmol/J al cultivo y hasta 4 µmol/J cuando se ajustan 200-400 V al 50 % en solución. Asimismo, constan de una larga vida útil y un diseño inteligente, por lo que puede funcionar de manera estable durante años sin mantenimiento ni reemplazo.