El agua potable es uno de los recursos consumibles mejor controlados. En España, los Municipios son los encargados de asegurar que el agua suministrada a través de su ámbito territorial sea apta para el consumo del consumidor. Sin embargo, la calidad del agua está garantizada solo hasta que se entrega a la red de suministro doméstico. A partir de este momento, los propietarios de los inmuebles son los responsables de mantener la instalación interior del agua en perfectas condiciones (cañerías, depósitos particulares, grifería, etc).
Para lograrlo, Resideo dispone de una amplia gama de accesorios de agua probados y agrupados bajo el nuevo nombre Braukmann. Es esencial que la instalación de agua potable con todos los accesorios, tuberías y otras partes de la instalación no solo se planifique, construya y opere de acuerdo con las reglas de tecnología generalmente aceptadas, sino que también se mantenga regularmente para evitar desgastes y fallos que disminuyan la calidad del agua.
-¿Qué responsabilidades tienen los instaladores en relación con el mantenimiento?
Varios párrafos del Real Decreto 140/2003, que es la Ley que establece los criterios sanitarios y de abastecimiento de la calidad del agua de consumo humano en nuestro país, aclaran que el mantenimiento es obligación de los Ayuntamientos o de los operadores subcontratados para tal fin. Sin embargo, muchas personas desconocen la frecuencia con la que se debe realizar el mantenimiento en sus hogares.Los instaladores y planificadores pueden señalar al usuario los intervalos de mantenimiento necesarios. Y, sobre todo, son responsables del mantenimiento de acuerdo con las normas pertinentes: esto significa conocer y observar las reglas de tecnología generalmente reconocidas.
-¿Cuándo es necesario el mantenimiento?
Las directrices establecen claramente que la obligación de mantener las instalaciones de agua potable no solo comienza cuando se esperan signos de desgaste y, por lo tanto, deterioros en la calidad del agua potable, sino que esta obligación existe en principio. Por lo tanto, no se deben tomar medidas solo cuando algo está defectuoso y necesita ser reparado. Los daños deben evitarse desde el principio mediante un mantenimiento regular o detectarse a tiempo. Como ejemplo, un calentador de agua debe inspeccionarse cada dos meses y repararse de forma rutinaria una vez al año, un separador de sistema con zona de presión reducida (BA) debe controlarse cada seis meses o una vez al año como mínimo.
-Las válvulas reductoras de presión como la Resideo Braukmann D06F protegen las instalaciones domésticas de agua contra la presión excesiva de la red de suministro y los daños por presión durante toda su vida útil, a la vez que reduce el consumo de agua y minimiza el ruido de la instalación. Para ello, la presión de salida ajustada de la válvula debe comprobarse periódicamente en el manómetro.
-El desconectador hidráulico (en la imagen con conexión embridada) como el Resideo Braukmann BA300 protege los sistemas de agua potable contra los retornos de presión, retornos de caudal y contrasifonaje o succión de agua contaminada. El trabajo de mantenimiento es importante aquí. Puntos decisivos durante la inspección: Las partes del accesorio de seguridad deben ser fáciles de operar y la posición de la abertura de salida debe ser de 90 grados con respecto a la vertical.