Con la llegada del invierno, se vuelve esencial poner a punto las calderas individuales de gas. En España, más de 13 millones de usuarios cuentan con instalaciones domésticas de gas, siendo 2,2 millones de ellos solo en la Comunidad de Madrid, donde el consumo de gas representa más del 50% del consumo energético de las familias.
Con motivo de la temporada de invierno, la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) está colaborando con la Comunidad de Madrid en la difusión de la campaña "El gas, siempre con seguridad". Esta campaña anual tiene como objetivo prevenir incidentes en las viviendas y cuenta con la participación de empresas como Nedgia Madrid, Repsol, Madrileña Red de Gas y Sedigas.
De acuerdo con los datos de las compañías distribuidoras de gas, más del 85% de las inspecciones de instalaciones y aparatos de gas resultan favorables cada año. "Aunque los incidentes no son frecuentes, con un correcto mantenimiento de las instalaciones –que incluye una inspección obligatoria cada cinco años y un control de los aparatos cada dos años– estos riesgos son inexistentes. Aun así, debemos poner todos los medios a nuestro alcance para evitar cualquier peligro, como es el caso de esta campaña de información al ciudadano", señala Emiliano Bernardo, presidente de Agremia. Además, desde la asociación recomiendan realizar un mantenimiento preventivo de carácter voluntario cada año.
Entre los consejos que esta campaña de concienciación ofrece a los usuarios se destacan los siguientes puntos clave para garantizar la seguridad:
Verificar que la combustión es correcta: la llama debe ser azul, no amarilla.
No obstruir las rejillas de ventilación ni el tubo de salida de gases de calderas y calentadores.
Si se detecta olor a gas: cerrar la llave general, abrir las ventanas, evitar producir llamas o chispas y no accionar interruptores eléctricos. Posteriormente, llamar al Servicio de Urgencias.
Evitar derrames de líquidos y corrientes de aire que puedan apagar la llama.
Revisar la chimenea del edificio para garantizar que la salida de humos no esté obstruida por nidos, hojas, ramas u obras mal ejecutadas.
Si se retira un aparato de gas, la conexión debe quedar sellada por una empresa instaladora autorizada.
No almacenar botellas de gas en zonas cercanas a altas temperaturas como fuegos o estufas.
Los locales donde se ubiquen las botellas de gas deben estar correctamente ventilados.
En instalaciones de butano/propano, es fundamental vigilar el buen estado del regulador y del tubo flexible, así como su caducidad.
“Cumplir la normativa realizando los mantenimientos obligatorios eliminará la posibilidad de que se produzcan incidentes, como por ejemplo una deficiente ventilación del local o un mal funcionamiento del aparato”, concreta Bernardo.
Esta campaña está destinada a todos los usuarios de calderas individuales de gas, pero Agremia quiere poner el foco en las personas de avanzada edad. “Nuestros mayores todavía desconocen los consejos de seguridad en el suministro o revisiones de los aparatos de gas. Este desconocimiento provoca que la población más vulnerable ceda ante fraudes por amenazas de suspensión de suministro de gas, por ejemplo, en la temporada de más frío”, señalan desde Agremia.