El pasado fin de semana realizamos el cambio al horario de invierno, una medida polémica de la que Roblan nos quiere destacar los cambios que nos supone, que no son tan positivos como nos cuentan desde la UE y menos en nuestro país, que no está en el huso horario que le corresponde.
Suelen destacar que se ahorra energía, pero cada vez son más los estudios, como el de la Universidad Ludwig Maximilians de Munich, que destaca que solo se consigue un ahorro del 0,34%, frente al 65% que se conseguiría al sustituir solo el 10% del alumbrado público de España por soluciones LED.
Por otra parte, el porcentaje de ahorro también depende de la situación geográfica de cada país tanto en Europa como entre sus propias fronteras y del uso que se haga del alumbrado público. Por ejemplo, en España hay bastante diferencia entre la hora del amanecer y del anochecer entre el este y el oeste, siendo Vigo la ciudad de la Europa continental en la que anochece más tarde, a lo que hay que sumar que no estamos en el huso horario que nos toca, sino en uno más, con la pérdida de luz solar diurna que esto acarrea por las mañanas. Además, somos el segundo país que más gasta en alumbrado público por detrás de Alemania, que tiene el doble de población de España.
Desde Roblan, destacan que si buscamos un mayor ahorro energético y que este sea palpable, hay que instalar o sustituir los sistemas de iluminación actuales por otros más eficientes y de bajo consumo como el LED, y que hay que realizar estudios lumínicos de hogares y edificios para iluminar aprovechando al máximo la luz natural e instalando temporizadores que se activen cuando se necesite la luz.
Finalmente, también hacen hincapié en que, con el uso de la tecnología LED, el ahorro es superior y que, con un uso racional de la luz, el cambio horario no conlleva una gran variación en el consumo ni en la factura a fin de mes.