Muchas compañías están haciendo su contribución en estos momentos para hacer frente a los muchos casos de emergencia que está provocando la pandemia del COVID-19.
Así, un equipo de WATTS de los Estados Unidos fue llamado para diseñar y producir una válvula de control automático (ACV) personalizada para el Hospital de la Universidad de Virginia en pocas horas: un nuevo hospital construido en tiempo récord para la emergencia COVID-19.
Este edificio de 15 pisos debía recibir pacientes con Coronavirus durante la última semana de marzo y, después de quitar escombros y limpiar la construcción, descubrieron que se había dañado la válvula instalada, por lo que la apertura del edificio estaba en peligro y los técnicos contactaron con Watts.
La estructura de Watts comenzó a trabajar con su equipo de ingeniería de AVC en una nueva válvula que pudiera integrarse con el sistema ya instalado y que estuviera lista en menos de siete días.
Contando con estos requisitos, la compañía ha diseñado e instalado en solo tres días una válvula que reduce la presión del agua suministrada de la red de la ciudad y sirve para controlar la presión del agua dentro del hospital tanto en grifos, inodoros como en otros sistemas de fontanería. Además, la válvula también ayuda en el ahorro de consumo de agua al reducir la presión general del sistema hospitalario.
A día de hoy, la estructura del hospital está en pleno funcionamiento para dar servicio a la emergencia sanitaria y para el grupo Watts ha significado sin duda, una experiencia de crecimiento personal y profesional.