URSA se ha unido al Clúster de Calidad del Aire Interior, una asociación entre cuyos fines está la mejora de la calidad del aire que respiramos en espacios interiores.
Este clúster ha creado el Centro de Excelencia de IAQ, para la difusión de la importancia de la IAQ para las personas, la formación a técnicos implicados en los proyectos (Postgrado IAQ), la creación de un laboratorio de Calidad de Aire Interior en Barcelona y el reconocimiento de los mejores proyectos.
Los materiales aislantes que URSA fabrica y comercializa proporcionan prestaciones para mejorar la calidad del aire interior. “Es una ventaja intangible y que cuesta medir, pero es tan importante como la protección térmica y acústica para garantizar el confort y la salubridad de los espacios que habitamos”, afirma Marina Alonso, responsable de Marketing de URSA.
Por su parte, Pau Pallàs, presidente del Clúster IAQ, ha querido dar la bienvenida a URSA a la asociación y ha manifestado que: “nos alegramos mucho que una empresa como URSA se sume a este proyecto, ya que podrá aportar su know how en materia de calidad del aire interior y el intercambio de experiencias y conocimientos con el resto de asociados será muy productivo”.
Así, las lanas minerales de URSA cuentan con el sello Émissions Dans L´Air Intériur (Emisiones COVs en el aire interior) en su máxima puntuación: A+. Esta clasificación, obligatoria en Francia desde 2012, certifica que los materiales contribuyen a la mejora ambiental de los edificios y a la salud de las personas que los habitan.
“Es un sello importante porque, aunque no los veamos, el aire interior puede estar cargado de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Algunos de estos contaminantes proceden del exterior, otros se liberan dentro del propio edificio, por ejemplo al limpiar o quemar combustible para cocinar o producir calor o frío, y muchos provienen del mobiliario y los materiales empleados en la construcción del edificio. Gracias a este certificado sabemos que nuestras lanas minerales no desprenden COVs ni afectan a la calidad del aire que respiramos en nuestros hogares, oficinas o espacios de ocio”, asegura Alonso.
El aire limpio de un edificio también es muy valorado por las herramientas de certificación de edificios como LEED, BREEAM, DGNB o la española VERDE. Para realizar estas evaluaciones, las herramientas analizan cada material en base a su contenido y emisión de compuestos volátiles.