El proyecto Fit-Buildings tiene como objetivo crear un nuevo modelo de edificios deportivos más sostenibles basados en la salud, la inclusión social y desde una visión de economía circular. Se trata de una iniciativa liderada por Mauro Manca y el Estudio de Arquitectura Pich-Aguilera Arquitectos y URSA se ha sumado a ella.
Este proyecto opta a una de las subvenciones Next Generation EU de la Unión Europea y tiene una marcada visión práctica: todo el desarrollo teórico del modelo podrá ser trasladado a la realidad. El potencial de negocio del proyecto, podría llegar a hasta 40 millones de euros anuales derivados de los ahorros energéticos y la monetización de los beneficios indirectos para el usuario y el medioambiente con un retorno en menos de 10 años en función del tipo de actuación.
Para la responsable de Marketing de URSA, Marina Alonso, “este ha sido uno de los principales argumentos que nos han convencido de sumarnos a un proyecto que nos parece, no sólo interesantísimo por los objetivos que plantea, si no que incluye una hoja de ruta definida que generará riqueza, empleo y un parque edificado más sostenible”.
Con el proyecto Fit-Buildings se transformaránn los centros deportivos en inmuebles modernos, digitalizados, sostenibles, saludables, resilientes, eficientes y socialmente responsables.
Se emplearán tecnologías IoT más punteras y Big Data y el aislamiento será una parte fundamental para conseguir la mayor eficiencia energética posible. Así lo cree Mauro Manca, Director de Fit-Buildings quien afirma que el proyecto tiene como objetivo ampliar el enfoque de la rehabilitación, desde la mejora del rendimiento energético a la mejora de la experiencia del usuario. Los edificios son el principal sistema de control climático (antes de las máquinas...) y el control de la demanda energética pasa por una envolvente más eficiente. El modelo propone proyectos financiables a largo plazo, hasta 20-25 años, una característica única, que hace viable las rehabilitaciones de la envolvente y la inversión en aislamiento térmico de calidad”.
La colaboración de URSA ha sido muy bien recibida en el equipo ya que “el sector de la construcción es la única industria donde la fase de diseño se desvincula de la fase de producción. La propuesta innovadora de economía circular del proyecto se basa en generar un ecosistema de empresas que abarca un tramo más amplio de la cadena de valor. La oportunidad de tener en el equipo una empresa como URSA nos permite llenar este gap y concretar nuevos modelos de negocio de economía circular y dar más garantías de un proyecto "llave en mano" diseñado a lado de los proveedores”, afirma Mauro Manca.
Según datos del Consell Català de l’Esport, en este segmento existe un potencial de ahorro energético de hasta un 70% y un capital de inversión activable de hasta 500 millones de euros.