Con la llegada del COVID-19, los baños de edificios públicos con alta frecuencia de usuarios deberán reunir unas exigencias particulares. De ahí que Geberit, proponga una solución sin contacto para cisternas y grifos.
Así, la compañía suiza apuesta por el ‘baño contactless’ con soluciones prácticas e higiénicas para lugares con elevada rotación de público, con la instalación de los pulsadores contactless Sigma10 y Sigma80, que activan la descarga de agua del inodoro de forma automática.
Este sistema fiable, que añade un plus de higiene a un momento sensible como el paso por el baño, se activa sin contacto cuando el usuario se aleja o cuando acerca la mano al sensor infrarrojo incorporado y está disponible también para la gama de urinarios Geberit Preda y Selva.
Por otra parte, los grifos inteligentes Geberit Piave o Geberit Brenta, que también se activan automáticamente al detectar la presencia del usuario e incluso producen su propia electricidad, son otras de las propuestas más prácticas. Unos grifos sobre encimera o murales que no solo cuentan con un diseño atractivo, sino que ofrecen más espacio para lavarse las manos, su limpieza es más fácil y mejoran la higiene en comparación con las soluciones estándar convencionales.
Más allá de en estos momentos de pandemia, los baños públicos deben cumplir una serie de requisitos como un diseño que facilite el mantenimiento y la higiene de la instalación, que garantice la fiabilidad del funcionamiento diario y que evite daños causados por mala manipulación o actos de vandalismo. Además, es importante el ahorro en el consumo de agua y electricidad.
Otras soluciones como los inodoros y muebles suspendidos también son elementos cómodos y funcionales para los baños públicos, al facilitar la limpieza ya que no hay rincones y espacios escondidos donde se acumula la suciedad. Asimismo, los inodoros Rimfree, sin rebordes en su interior, acaban con otro de los focos de bacterias y residuos y garantizan que la limpieza de la zona sea cómoda, accesible y sencilla.